Los ordenadores portátiles mantienen una lucha por tener unas prestaciones similares a las de un equipo de sobremesa. Esto, unido a sus ventajas de ser portátil, ha hecho que ganen mucha cuota de mercado y los ha posicionado como un dispositivo muy usado por gran parte de la población. Pero uno de los sacrificios que deben hacer los usuarios con portátil es soportar de cerca las altas temperaturas que estos aparatos desprenden, que no es poco.

Hay que tener en cuenta que la temperatura de trabajo habitual del procesador de un portátil está entre los 40ºC y los 60ºC. Por encima de esos 60ºC la temperatura empieza a ser alta, y pasando de 75ºC es excesiva. La forma que tienen los portátiles para rebajar esa temperatura es extraer el calor mediante un disipador que lleva acoplado un pequeño ventilador. Conociendo el sistema de refrigeración podemos optar por distintas medidas para mejorarlo.

Ordenadores portátiles

  1. Productos para mejorar la refrigeración
  2. Soluciones para bajar la temperatura
  3. Mejorar la entrada de aire del portátil
  4. ¿Es importante bajar la temperatura del procesador?

Productos para mejorar la refrigeración

Existen en el mercado múltiples productos que pretenden ayudarnos a bajar la temperatura pero la mayoría se basan en el mismo principio: mejorar la entrada de aire «frio» al interior. Probablemente el producto más básico, sencillo y cómodo son las patas adhesivas. Suelen ser dos patas de plástico u otro material menos deslizante que elevan 2 o 3 cm la parte trasera de nuestro portátil para que tenga más espacio para la entrada de aire. La efectividad de estos dispositivos no suele ser gran cosa, pero si conseguimos bajar 2 o 3 grados en algunos casos puede ser suficiente.




 

Otra solución para mejorar la ventilación son las bases refrigeradoras. Se trata de una base que eleva el portátil, normalmente con una rejilla en la superficie para que pase más aire y en muchos casos con un ventilador que inyecta aire directamente a la parte de debajo de nuestro equipo. Existen múltiples marcas con ventiladores de distinta potencia y diseños variados, el mercado nos ofrece gran variedad y elegir no es siempre fácil. No es necesario tener un reactor debajo de nuestro portátil para tener una temperatura correcta pero es recomendable que la base incluya un ventilador de cierto tamaño. Suelen ser dispositivos que cumplen su cometido pero no esperemos bajar mucho más de 10ºC con estas bases.base portatil

Soluciones para bajar la temperatura

Cuando pasa el tiempo los compuestos de nuestro portátil se deterioran debido a que estan en contacto con una fuente de calor. La silicona conductora térmica que se pone entre el procesador y el disipador no es una excepción. Después de unos pocos años de uso a altas temperaturas esta pasta pierde eficiencia y en muchos casos se cuartea resultando ineficiente. Mención a parte tienen las calidades de este producto, existen distintas conductividades para cada uno de ellos y, por supuesto, distintos precios.

Si queremos mejorar la eficiencia de nuestro sistema de refrigeración es importante poner una pasta térmica de alta conductividad.

Una opción más artesanal es mejorar la entrada de aire del ventilador haciendo unos pequeños orificios en la zona donde esté el ventilador de nuestro procesador. Digo mejorar la entrada porque la salida suele ser bastante amplia y no requiere esa mejora. Y es que parece que últimamente los fabricantes de portátiles se han empeñado en quitar las entradas de aire tan necesarias para enfriarlo. Quizás tenga su razonamiento, pero nuestra lógica (y la experiencia) es que si en un sistema de ventilación debe salir aire caliente primero debe entrar aire frío. A continuación mostraremos una reparación que llevamos a cabo en nuestro taller con buenos resultados.

Mejorar la entrada de aire del portátil

Hace poco nos llegó un portátil Sony con procesador i3-370M que tenía problemas de refrigeración: cuando se le exigía mucho trabajo al procesador, trabajaba alrededor de unos 75ºC. Después de hacer una limpieza de polvo con aire a presión solo conseguimos bajar 3ºC, insuficiente. Después de valorar distintas opciones creímos que la inexistencia de entrada de aire cercana al procesador podía ser un buen motivo para esa temperatura excesiva.

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Base del portátil sin entrada de aire

Con esta problemática nos pusimos manos a la obra y taladro en mano nos dispusimos a hacer pequeños agujeros a modo de entrada de aire. En nuestro caso concreto teníamos el problema añadido de tener justo en el lugar del ventilador la licencia de Windows así que no pudimos «rediseñar» a nuestras anchas. El resultado lo podéis ver a continuación.

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Orificios realizados con taladro

 

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Resultado final de la entrada y salida de aire

Aprovechando que teníamos el portátil desmontado también revisamos la pasta térmica. Aunque no estaba muy mal sí que era apreciable su deterioro así que la cambiamos por una Arctic Silver 5 de alta conductividad. Recordad limpiar primero todos los restos de la antigua silicona térmica para que no entorpezca el trabajo de la nueva.

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Restos de silicona térmica antigua en el disipador y procesador

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Procesador limpio de pasta térmica

¿Es importante bajar la temperatura del procesador?

Cuando un procesador sube mucho de temperatura baja su rendimiento. Esto es porque el sistema, por seguridad, baja su frecuencia de trabajo para evitar su deterioro e incluso que se queme. Como sabemos esto, tener un procesador bien refrigerado nos ayudará a que esté siempre dispuesto a trabajar al 100%.

En el caso del Sony anteriormente mencionado, conseguimos con las pequeñas mejoras (limpieza de polvo, cambiar silicona térmica por una de alta eficiencia y abrir nuevas entradas de aire) bajar de 75ºC a 60ºC a pleno rendimiento cosa que el cliente agradeció ya que pudo volver a trabajar normalmente sin que se relentizase todo.